El sueño y la microbiota intestinal

Varios estudios sugieren que el sueño está influido por el estado de la microbiota intestinal, ya que ambos mecanismos están relacionados e interactúan constantemente.

Una microbiota más pobre y menos diversa reduce significativamente la duración y la calidad del sueño y, a su vez, una mala higiene del sueño y la alteración de los ritmos circadianos y los ciclos de sueño-vigilia provocan una modificación de la microbiota intestinal, conocida como disbiosis.

• En concreto, se ha identificado un aumento en el género Firmicutes y un descenso en Bacteroidetes, muy similar a lo descrito en personas obesas.

Esta alteración y desequilibrio de la microbiota produce afecciones metabólicas. Concretamente, varios pacientes muestran una disminución en la sensibilidad a la insulina tras experimentar cambios en el sueño, que algunos autores describen de hasta un 20%, lo que reafirma la posible relación con los problemas de sobrepeso y obesidad.

• También, se ha detectado esa alteración en casos de pacientes con jet lag o apnea del sueño, entre otros.

Si profundizamos más en el mecanismo de la relación entre sueño y microbiota, destaca la importancia del butirato en el control y el buen funcionamiento de los procesos del sueño.

El butirato es un ácido graso de cadena corta, que es producido por algunos géneros de bacterias que pertenecen a nuestra microbiota.

Recientemente, se ha observado como el butirato puede provocar señales que inducen al sueño.

En este campo, es necesario ampliar y confirmar estas hipótesis con más investigación y estudios clínicos en humanos.